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Notas de dirección
Balletto di Roma se está preparando para dar la bienvenida al gran y esperado regreso del coreógrafo más aclamado de Italia. Fabrizio Monteverde reaparece en escena después del último trabajo realizado para la histórica compañía romana en 2014, «El lago de los Cisnes», inspirado en uno de los ballets más importantes del repertorio clásico de música de P. I. Čajkovskij. Como exponente de una generación de talentos que explotó en la década de 1990, Monteverde ha realizando, durante más de treinta años, una obra de elaboración estilística y dramatúrgica que la convierte en un signo único y reconocible. Después de obras maestras como «Julieta y Romeo», se realizaron más de 400 actuaciones y su debut en 1988 condujo al surgimiento de la coreógrafa romana, después de muchos otros éxitos producidos por el Balletto di Roma como «Otello» (cuyo rodaje está programado para 25 de enero de 2019, con debut en el Teatro Carcano de Milán y al final de la gira en mayo de 2019 en el Teatro Quirino), «Bolero», «Cenerentola», «El lago de los Cisnes», ahora es el turno de «Don Chisciotte».
Para la temporada 2019/2020 y para comenzar las celebraciones del 60 aniversario del Balletto di Roma (1960 – 2020), por invitación de la Directora Artística Francesca Magnini y el Director General Luciano Carratoni, Monteverde regresa a la pista para volver a leer una clave coreográfica. Otra página de la literatura mundial: la obra maestra del Siglo de oro. En esta versión de la novela española de Cervantes, el protagonista nunca deja de encarnar la duplicidad, la «fusión» de los opuestos. En el centro de la escena, sin un supuesto significado unívoco, se encuentran los restos de un coche abandonado, un caballo moderno, un símbolo de un mundo en continua transformación. Siempre equilibrado entre intenciones lógicas, racionales, bien expresadas y acciones absurdas e imprudentes, Don Quijote, con su mirada bizca en la realidad, conquista la gloria a través de aventuras inconexas y mal calculadas, imponiendo su propia ilusión en la realidad con un desprecio heroico por ridículo: elemento perturbador y creador del caos, al final nos muestra que todo, cada persona es siempre diferente de lo que dice ser. El error es verdad y la verdad es error en una sociedad que, sobre todo para Don Quijote poeta, loco, y mendigo como el que imaginó Monteverde, está al revés. espués de todo, el mundo, al igual que la escena, siempre es diferente según el punto de vista desde el que lo miramos y la verdad se manifiesta solo en la libertad de moverse dentro de él, una libertad incondicional que testifica la búsqueda de un sueño. La búsqueda del propio hijo, el deseo infinito de amar.
Fabrizio Monteverde después del «Lago de los cisnes » de 2014 declaró que esta sería su última obra coreográfica y que luego se retiraría de la escena para vivir en Cuba, un lugar en el que encontrar una nueva dimensión artística y humana inspiradora. Así fue, pero este extraño Don Chisciotte, loco caballero animado por la idea de luchar por una causa justa, felizmente lo hizo volver a bailar aquellos valores humanos y artísticos representados por un protagonista que contrasta grotescamente los privilegios, a menudo sordos y bien acolchados, inescrutables. «Yo, Don Quijote», representa la venganza del sentido «individual» contra la dominación de la «universalidad» abstracta de las leyes humanas: una lucha contra los molinos de viento que se convierte en una metáfora de la búsqueda de una identidad, la pérdida de la un hombre fuera del tiempo, un guerrero que lucha en una guerra que ya ha terminado y se ha perdido en la locura del hidalgo o en la ignorancia de Sancho Panza. Lo que la danza considera indispensable es que la acción humana nunca encuentra «un objetivo» o incluso «un fin» en sentido absoluto, porque al final la belleza, dice Don Quijote, «se está volviendo loca sin ninguna razón».
Credits
Coreografía, escenas y dirección
Fabrizio Monteverde
Música
Ludwig Minkus e Aa.Vv.
Trajes
Santi Rinciari
Asistentes de coreografia
Anna Manes, Sarah Taylor
Light designer
Emanuele De Maria
Con el aporte de la
Región Lazio